He notado mi mirada
vacía que trasladó las brisas de otoño a primavera...
y se quedó en un punto muerto bajo tu mirada intrascendente, tras
esos abrazos muertos que jamás importaron, que jamás importarán.
y dentro de los arrebatos que caminan conmigo algunos días, se encuentran cosas que desearía dejar, y aunque ya está decidido la mente es frágil y se olvida... y se cansa. yo ya estoy cansada, cansada de no encontrar mis cosas, de no pertenecer a lo que pertenecía... a vivir en el exilio de mi propia ciudad. Lo cierto de todo, es que siempre me canso de alguna cosa, cosas que nadie comprende de esos que pasan desapercibidos.