He notado mi mirada
vacía que trasladó las brisas de otoño a primavera...
y se quedó en un punto muerto bajo tu mirada intrascendente, tras
esos abrazos muertos que jamás importaron, que jamás importarán.
En un fin de semana como este podría darme cuenta de tantas cosas, tantas como para tirar el freno de mano un poco antes de verme atrapada en un camino en el que ya he estado antes.