He notado mi mirada
vacía que trasladó las brisas de otoño a primavera...
y se quedó en un punto muerto bajo tu mirada intrascendente, tras
esos abrazos muertos que jamás importaron, que jamás importarán.
La mitad de mi día es gente, profesores, lecturas, computadores, gente otra vez, risas, comida, fruta, tickets restaurant, los exitosos pells, música, caminatas, cariños al bobby, lecciones de manejar, aceleraciones, embriague y frenos. La otra mitad es una incógnita invisible, que a veces se me escapa en algunos comentarios explosivos y que la mayoria de las veces se queda rodando dentro de mi cabeza a través de un aparato que llevo en la cadera. Esa mitad callada y desapercibida se queda así, casi de manera inconciente, a veces se escapa pero luego se vuelve a esconder.
¿Cuántos
prefieren vivir bajo una caja de cartón?··22:35
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